20070529

La estrategia del témpano


A punto de rebalsar algas por mi boca, congelo mi lengua y trago. Sucede que vale la pena guardarse para un vómito más sofisticado. Nunca tiemblo, nunca sangro, lloro poco (lloré una vez al entrar al Metro y lloré al tocar el pestillo de la habitación 44). La estrategia del témpano le dicen.
No conozco el nombre del árbol que por años ha estado en la entrada de mi casa. Mi árbol envejece a pesar de mí. Aprecio la indiferencia y me tortura la tibia saliva que se escapa en cada brindis, en cada manguera que se abre para regar el árbol, en cada lluvia que se pasa acurrucado.
Un témpano por sombrero. Una cabeza fría para soportar un granizo encendido… y dentro del témpano un bonobo inquieto con un alfiler en la mano.
Así, camino altanera de la cocina al baño y del baño al ascensor. Subo y bajo sin cambiar la expresión y cualquier cosa tonta va haciendo sedimento cerca de mi nuca. Frío en la yema de los dedos, uñas sin circulación para hacer juego con el sombrero. Soy una especie de santita azul que viaja inmóvil en un ascensor.

Cuando te miro, te atravieso. Solo abrazos fantasmas. Vomitar pasión en la cabeza de un alfiler… busca el alfiler.

20070418

She’s a mighty good leader all the way (o apologia de la funcionaria)






Abriré el mar de muro a muro y concentraré todas mis fuerzas en limar mis uñas. Hordas de hormigas atravesarán un mar sindicalizado y veré cómo la nieve que se desprende de mis uñas les marca el sendero hacia un día mejor.
En mi gran delirio de grandeza, las hormigas llegarán a la tierrita prometida e izarán banderas con mi cara “sonriente, pero no tanto”.
Dirijo los destinos de miles de hormigas y de sus millones de hijos hormiga que algún día llegarán. Feliz con mi designio, distribuyo placas de mármol para que mi trabajo de un minuto sea recordado por siglos.
No es delirio, es responsabilidad. No es ridiculez, es honesta seriedad. Castillos son construidos en mi nombre y un río es desviado de su cauce para regar mi jardín. No es sumisión, es pura gratitud.
De los manantiales brotan frutas y en cada silla hay un libro abierto. Las hormigas ya no desean ser, solo estar y yo no deseo ser admirada, solo reconocida.
Establezco una fecha para celebrar la gran fecha.
Una hormiga descubre en un libro la palabra “uevo”.
Despierto debajo de un puente.

20070326

el caballero mojado


El agua entra a tus pulmones y no sabes si sentirte lleno o escaso de aire. ¿Será que es tu cabeza la que inspira y expira?, ¿será que nunca te enseñé a sacarte el tanque de oxígeno?
Miras hacia arriba en una sala de clases llena de palomas muertas, sartenes quemados y margaritas. Yo no creo que te estés asfixiando, pero tampoco creo que puedas flotar… todavía. Miras arriba y piensas en la serpiente correcta que olvidamos en una selva verde limón, en las monedas que nunca tiramos a la fuente del restaurante chino (¿recuerdas por qué no es bueno desear?) y en los libros que se han ido llenando de polvo. O simplemente levantas la nariz para alcanzar las últimas partículas de oxígeno que van quedando, aunque los de tu club hayan optado por vivir sin ellas.

¿Será que tu nombre de canción te dejó “a lo largo del camino”? ¿será que tienes razón en detestar esa canción? Cientos de días sin playa te hicieron perder la costumbre de sumergirte, aunque puedo ver como vas construyendo una armadura de arena que te mantendrá suficientemente húmedo y suficientemente seco. Cambiar agua por arena puede ser parte de tus elecciones… aunque yo insista tercamente en el agua.

Te dejo besos para que puedas amoldar castillos, túneles y autopistas… la armadura guárdala para los maremotos que algún día vendrán.

Había una vez…

20070316


Una lluvia muda te hace armar tus maletas. Yo echo tu cepillo de dientes.

El agua la guardo en mis bolsillos.
Feliz cumpleaños.