Cuando naciste un día once, nunca imaginaste que ese día de cumpleaños iba a resultar tan inadecuado (o adecuado, elige tú) en el país en el que celebrarías el último de ellos. No sé a qué edad llegaste aquí ni sé en qué año naciste (¿algún lector sabe?), pero puedo cuantificar todo ese tiempo en casas, cosas, vino, distancias, retos, comidas, mujeres y niñas (algunos niños, pero sobre todo niñas).
Un día como hoy, la mayoría recuerda cosas dolorosas… no es que no tenga conciencia social, histórica o política, o que no tenga sentido común, pero yo te recuerdo principalmente a ti. A ti y tu boina negra, a ti y el acento español que nunca te abandonó.
Cada cumpleaños que celebré contigo está sellado por una anécdota. Reconozco que me daba mucha lata levantarme esas mañanas de domingo y prepararme para el discurso del padre Goyena, pero al final valía la pena. Una historia que recuerdo especialmente es esa de cuando cruzabas de España a Francia y estabas muy cansado. Decidiste deshacerte de algo de carga para aliviar el paso y dejaste una pierna de jamón en el camino. Años después, te encontraste con unos republicanos como tú y uno de ellos recordó lo salvadora que había sido la pierna de jamón que encontró cruzando de España a Francia.
Esa historia marcó tu paso por el mundo. Fuiste un hombre sembrador: de piernas de jamón y de una familia que, aunque dispersa, se encuentra y es capaz de sonreír.
Olvidé el de la abuela, pero el tuyo nunca pasó piola, será imposible de olvidar (incluso para mí, que soy tan mala para los cumpleaños)… lástima que ya no sea cumpleaños, sino todo lo contrario. Marcial hereda esta fecha tan inadecuada (o adecuada… para que no te enojes).
Un abrazo para ti… ahí va tu avión.
Sres. lectores: se aceptan anécdotas que hayan marcado el paso de este gran señor.
Un día como hoy, la mayoría recuerda cosas dolorosas… no es que no tenga conciencia social, histórica o política, o que no tenga sentido común, pero yo te recuerdo principalmente a ti. A ti y tu boina negra, a ti y el acento español que nunca te abandonó.
Cada cumpleaños que celebré contigo está sellado por una anécdota. Reconozco que me daba mucha lata levantarme esas mañanas de domingo y prepararme para el discurso del padre Goyena, pero al final valía la pena. Una historia que recuerdo especialmente es esa de cuando cruzabas de España a Francia y estabas muy cansado. Decidiste deshacerte de algo de carga para aliviar el paso y dejaste una pierna de jamón en el camino. Años después, te encontraste con unos republicanos como tú y uno de ellos recordó lo salvadora que había sido la pierna de jamón que encontró cruzando de España a Francia.
Esa historia marcó tu paso por el mundo. Fuiste un hombre sembrador: de piernas de jamón y de una familia que, aunque dispersa, se encuentra y es capaz de sonreír.
Olvidé el de la abuela, pero el tuyo nunca pasó piola, será imposible de olvidar (incluso para mí, que soy tan mala para los cumpleaños)… lástima que ya no sea cumpleaños, sino todo lo contrario. Marcial hereda esta fecha tan inadecuada (o adecuada… para que no te enojes).
Un abrazo para ti… ahí va tu avión.
Sres. lectores: se aceptan anécdotas que hayan marcado el paso de este gran señor.
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4 comentarios:
te acuerdas la noche que salimos a bailar? que enojado estaba y tu, por poco, terminas en navarrete.
nos vemos, hasta pronto
me acuerdo perfectamente... fue gracioso que a ti te retaba igual q a mi....
igual nos quedamos sin ir a madrid por eso.....
...teo, te tengo que contar algo, ayer , en las primera horas de una calurosa tarde, se fue una amiga tuya , vecina de tu infancia y juventud, ayer, por la tarde, se fue la madre de javier...
rayos!
me emocioné!
ahora si tengo que salir a dar un paseo en bicicleta y orear la sesera.
nicolai
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