Los colores estaban furiosos y en cada uno se podía ver el reflejo de partes de tu cuerpo. Morada la nariz, verdes tus manos, roja la frente, amarillo tu estómago y azul tu pelo. La furia era como la tuya, una furia alegre, inocente y rápida. Amé cada color y cada furia porque me mostraron tu pasado y tu futuro.
Un cirujano puso fin al arcoiris que se escapaba por tu cabeza. El cirujano lo hizo rápido, los colores no nublaron su vista. El cirujano cerró con hilo negro cualquier posibilidad de escape... de los colores, pero no de la furia.
Ahora te miro durmiendo... un sueño de furia seguramente. Qué ganas de dormir a tu lado, de estar a tu altura y poder destruir autos, edificios, fotografías, frascos y televisores.
Respiras con fuerza y tu cicatriz de hilo negro palpita con furia contagiada, mientras se llena de colores que pasado mañana sangrarán un poco.
20061027
Tu herida
Un meteorito se estrelló contra tu cabeza, rayos de colores salieron de tu frente. Abracé tu cabeza desbordada, tus manos trataban de atrapar los colores que corrían hacia el patio.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
7 comentarios:
precioso
Hay personas que no tienen materia gris... Saludos, me gustó el efecto.
¿te salpicó algo en la ropa? ¿dónde se fueron esos colores?
querida tiamiau... mi mochila y mi zapatilla derecha todavía tienen gotas, o más bien dicho, chorros de colores salpicados.
como todos los colores del espectro contenidos en el blanco - los de la vida, en la sangre
polimorfica tiene el poder de transformar las emociones - chacra del corazón
que lindo estubo eso...
saludos amiga
ATTE
LAS GORDIS
Publicar un comentario