20080806

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La voz cuelga de la rama y la rama se empecina en hacer crac. La voz no cae y la rama no cede.

La voz se empecina en sonar como una tarde tibia y es la tarde la que se sienta a lamentar. La voz no suena y la tarde oscurece.


Yo quisiera voz firme como un cangrejo y tengo mi voz gris. A veces, un cangrejo gris.

Yo quisiera abrir la boca y salgan panteras. A penas humo celeste que no ciega, no ahoga, no muerde ni huele.


Tu voz se derrite sobre mi torcido vestido y mi vestido acoraza lo que me queda de pájara. Tu voz se evapora y la pájara gime.

No sigue tu voz. En esta línea vuelve a escribirse la desgracia de pájara muda y un vestido hecho de piedra.


Muero de esta enfermedad insignificante. Un ojo pegado a la ventana y el corazón escondido en un caracol.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por tu visita

Dídac Muciño dijo...

y lo dijo Mario Benedetti, Corazon acorazado, desnudemos el olvido, y mantengamos el recuerdo.

yus dijo...

me pregunto si la coraza es para el olvido o para el recuerdo...