En la garganta inflamada
se concentra el dolor del hábito y la mala suerte.
De un aliento salado
se adivina la curva imprecisa del vértigo.
La tos muda recuerda los pasos suspendidos,
las mordeduras a medio camino.
Se engulle el tiempo,
se agradecen los buenos gestos,
se espera tras el árbol...
y es que convence el sutil engaño.
20060123
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